miércoles, 31 de diciembre de 2008

Cena de empresa

Siempre que María sale sola me excito. Sé bien lo que significa que esté de madrugada sin mi. La noche la transforma y saca la bomba sexual que lleva dentro. Apoyado en el quicio de la puerta del baño veo como se arregla. Sobre la cama ha colocado las prendas que se va a poner. Frente al espejo está completamente desnuda y veo su coño perfectamente depilado, su culo suave y huelo como se ha perfumado con su aroma fetiche. Se está pintando los labios de color rojo intenso, señal de que esta noche tiene ganas de guerra. Veo que se va a poner las medias que tanto me calientan, esas que llegan hasta media pierna y se ajustan con un elástico para que no se bajen. El tanga que ha elegido no podía ser mejor para una noche así, negro transparente. La falda, nunca sale sola con pantalones, es de cuadros, un cruce entre la faldita de colegiala clásica y el estampado típico de los pantalones punk de los 80. Es plenamente consciente que esa falda mostrará, en cuanto cruce las piernas, sus muslos y la blonda con que acaba la media. No conozco ningún tío que no le excite esa prenda. Para la parte de arriba ha escogido una camisa negra que mostrará sin dificultad su precioso escote.
La observo en silencio y ella me mira por el rabillo del ojo sonriente. Tampoco ella dice nada. Me ve mirando fijamente su coño. -Está bien arregladito? Sonrío casi sin poder hablar, estoy tan caliente que no puedo dejar de mirarla. -Delicioso Lentamente se viste, vuelve a perfumarse y se pasa la mano con unas gotitas por el pubis. Es embriagador comerle el coño mientras su perfume te entra en la nariz. Unos minutos más tarde tiene las botas puestas, el bolso bajo el brazo y el abrigo al hombro. La acompaño a la puerta y le beso el cuello. Bromeo pidiéndole que no llegue muy tarde y ella me contesta burlona que llegara a "la misma hora que llegas tu". La veo entrar en el ascensor. En ese mismo momento empiezo a imaginar con que me sorprenderá María al volver a casa. La tele es aburridísima un viernes. La espera hasta la película porno del plus de hace eterna. He descorchado una botella de vino y he vaciado ya tres copas, mientras chateo en busca de alguna pareja amiga. Hoy no hay nadie en el msn así que termino viendo "donde estas corazón" hasta que empieza el porno. Es una película convencional, como todas las del plus, lo malo es que no la puedo pasar a cámara rápida. Aun así una negra deliciosa me excita y empiezo a pajearme. Conecto la cam y unos amigos maduritos aceptan ver como me masturbo. La mujer del chat empieza a acercar la lengua a la cam, simulando que me la come, pero solo tengo ojos para la negra de la tele. Tras un buen rato decido no correrme. Esperaré a que María vuelva. Aun no son ni las dos. Mi cabeza desvaría imaginando donde estará. Me meto en la cama y consigo dormir durante un tiempo indeterminado. Oigo la puerta de la calle y veo borrosamente que son las 6 de la mañana. Me doy la vuelta en y quedo boca arriba, separo las piernas para que mi polla quede accesible y simulo dormir profundamente. María pasa sigilosamente hacia el baño y oigo el grifo del bidet. Tengo que concentrarme para no empalmarme. Sé lo que significa que use el bidet a esas horas. Se mete en la cama lentamente y no tarda ni 30 segundos en buscar mi polla. Sigo fingiendo dormir y ella desciende bajo las mantas y se la mete en la boca. No tardo nada en llenársela totalmente erecto. -Dos pollas y un coño en 2 horitas... no está mal verdad? me susurra con los labios rozándome el glande. Sólo puedo gemir y pedirle ansioso que me cuente su nochecita. Sé que en el trabajo hay más de uno que quiere follarse a María. Ella nunca juega con compañeros de trabajo, prefiere dejar su otro yo fuera de la oficina. Me cuenta mientras me la chupa pausadamente que ha visto como sus compañeros se metían bajo la mesa como críos para ver la ropa interior de las chicas. Sus compañeras cerraban las piernas, María, haciéndose las despistada, las separaba. Los veía comentar por lo bajo y como se mordían el labio inferior en gesto ostensible. Las botellas de vino fuero cayendo y los viajes de chicos y chicas al servicio se fueron sucediendo. A la vuelta de estos viajes todos se mostraban más habladores, más enrollados, dinámicos... encocados. No hay cena de empresa donde no corra el polvo blanco. Olvídate, tu jefe no es así de enrollado fuera del trabajo, es que está puesto. Los comentarios subieron de tono y sorprendentemente los más provocadores provenían de su jefa. Sonia es una mujer de 40 años, separada, con mucha leyenda a sus espaldas pero pocas realidades contrastadas. Según unos compañeros era una bomba sexual, según otros era lesbiana, para otros era una frustrada que necesitaba un polvo. María había visto como bebía descontroladamente y como se rascaba la nariz al volver del baño. Parecía estarse preparando para quemar sus naves. Mi chica tuvo que ir al servicio y Sonia se ofreció para acompañarla. Entraron juntas a pesar de haber más retretes libres en el cuarto de baño y la jefa se preparó una raya sobre la tapa del inodoro. -Uf que colocón llevo tía- dijo mientras trituraba el polvito con una visa. María sonrió algo sorprendida pues nunca había tenido demasiada confianza con su jefa. Se sentó en el inodoro mostrándose pudorosa, bajándose el tanga si quitarse la falda. -Joder María... no me digas que te da vergüenza que te vea! todas tenemos lo mismo no? María estaba cortada. Ese tono era propio de alguien que conociera su yo oculto, no de una compañera de trabajo, y esa situación la descontrolaba y excitaba a la vez. -Mira mema! Sonia se levantó la faldita y bajándose el tanga le mostró el coño a María. -Ves?- María no sabía muy bien que hacer, arrinconada entre su jefa y la taza del water. El coño de Sonia tenía vello, cuidado, típico de depilación brasileña, carnoso. -Sonia se te va la olla!- replicó María divertida, quitando tensión a la situación e intentando ladearse. -A ver que tienes tu ahí?- siguió Sonia mientras arrodillada levantaba la falda de María. -Guauuu... lo llevas todo depilado! eso es es guarrilla! -Ja Ja Ja... que dices!- María estaba confusa y trataba de mantener las piernas juntas para que Sonia no viera que se estaba mojando. -A ver a ver...- Sonia acercó su mano a María y le paso un dedo por el coño, acto seguido se arrodilló separó las rodillas de María y empezó a acariciarla con sorprendente precisión para el estado en que se encontraba. Poco a poco las manos dejaron paso a la lengua, María se recostó en la taza del water y separó bien las piernas para que su jefa pudiera chuparla bien. En esos momentos yo estaba ya a punto de correrme pero ella, hábil, bajó el ritmo y me dijo: -No te irás a correr ya no? que aun no he acabado- Siguió con su relato: Sonia tras unos minutos de lamerle el coño con ansia, sacó el móvil, con una mano separó bien las piernas de María y con la otra le fotografío el coño bien abierto. Le mostró la foto para que viera que no salía su rostro buscando su complicidad. María aceptó muy caliente con la fotito, pero Sonia no acabó ahí. Tecleo con una mano y envío un mensaje, sin dejar de sobarla. María completamente desatada sentó a Sonia y se puso a lamerle el coño. Entre gemidos la jefa se corrió mientras le cogía la cabeza y empujaba fuertemente para que le metiera la lengua más adentro. El móvil zumbó. Sonia lo cogió con una mano mientras María seguía lamiendo, metiendo, chupando y pellizcando. Le acercó el teléfono a María y pudo oir una voz que le decía: -Le estás comiendo el coño a mi niña?- Era una voz masculina, y sonaba aún más excitada que ellas. -Si... si...- era el coño de María el que respondía. -Y porque no venís a casita y jugamos los tres? -Porque sólo quiero coñitos esta noche- Un zumbido avisó de la llegada de un mensaje. Sonia lo abrió y le puso frente a lo ojos una foto de una polla enorme, deliciosa. María alzó el rostro y vio la cara de su jefa sonriente. -Parece que le ha gustado tu polla Juan. Te apuntas entonces? -Le volvió a colocar el aurícular al oído y se corrió con el coño de Sonia en su boca -Si, si... -Niñas seguid con los vuestro y llamadme. -Para para... no aguanto más!- María hizo oídos sordos y siguió chupando con más fuerza, pajeando, jugando con un dedo en mi culo. Me quise incorporar para follarla pero no me lo permitió, -Quedate ahí... me dejó en la cama con la polla a punto de reventar. Se acercó donde había colocado la ropa y cogió el tanga y el sujetador. Me lo tiró a la cara. Volvió a colocarse sobre mi y siguió mamando. Pude oler y ver restos de semen en la ropa interior, por todas partes. -Te lo has follado... dime!- no pude seguir preguntando, le llené la boca de leche, siguió chupando más y más y tuve que apartarla con fuerza. Hubiera querido follarla pero extrañamente no me lo permitió. Estaba desfondado, el sueño me atacaba ferozmente. -Tu que crees?- Casi no recordaba mi pregunta al correrme- No te suena ese aroma del tanguita?- hizo una breve pausa y acomodándose en la cama continuó- Perdona no haberte follado pero es que tengo el coñito destrozado... Ya te contaré otro día- con toda la naturalidad del mundo se giró para dormir plácidamente. Yo intenté hacerlo también, pero su respuesta y el olor dulzón a semen del tanga, se empeñaban en dejarme despierto. Ya me contará otra día.

7 comentarios:

  1. güzel bir am tam sikimlik. http://www.turksexceleb.org/ bakın

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  2. mmm me encanto!!! Un besote desde Argentina!! Mariana

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  3. Pero Mariana aun andás leyendo post de 2008??

    Que linda sos, con seguidoras así da gusto escribir!!!

    Te encantó tanto que tuviste que aliviarte??

    Va contá contaá que estás entre amigos!

    Besitos Mariana

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  4. maravillo blog , lo acabo de descubrir, hecha un vistazo al mio haber que te parece samanta,http://samantayjoan.blogspot.com.es/

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  5. me a puesto muy caliente, tengo que visitar estas paginas para descargarme
    http://adf.ly/ud03j

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