sábado, 15 de junio de 2013

Shame

A veces arrastrar los dedos sobre el teclado se convierte en la mejor inspiración. Como el pianista hace escalas comprobando que las cuerdas estén afinadas, las letras van manchando la blancura de la pantalla con su sombra. Así visto puede parecer que sólo la melancolía puede inspirar, que se lo pregunten a los miles de Emos y góticos que garabatean grandilocuentes poemas en su libretas de apuntes. Desde hace siglos la tragedia y el drama han inspirado la mejores creaciones literarias, aunque por aquí no nos dedicamos a eso. A pesar de que una lectura somera de mis posts pueda indicarlo, intento siempre ser aliado de la ironía, ya sabéis, según dicen, el sentido del humor de la gente inteligente. Para los que se pierdan en este símil, lo que sería Morancos a Faemino y Cansado o musicalmente lo que sería Bustamente a Quique Gonzalez, por poner dos ejemplos del suelo patrio.

Hace tiempo hice un post sobre el aspecto sórdido y decadente que tenían la mayoría de clubs de intercambio que había visitado, de la caspa que abundaba en su decoración y en general, de la estética de porno chabacano de muchas parejas amateurs. Hubo comentarios encendidos y, ante la duda de si me había explicado mal o si no me habían entendido, me quedé con lo segundo. No por egocentrismo, sino porque no había muchas interpretaciones posibles a lo que dije. No juzgo, sólo opino y suelo ser claro. Volviendo a aquella polémica, una simple cuestión os hará estar en este o en el otro bando: chicas, os gusta que vuestro amante se deje los calcetines mientras os lo folláis?

Entre las respuestas a aquel post, recibí un mail de un lector  indignado que me acusaba de hipócrita. Os reproduzco un fragmento "no sé como puedes ser tan borde y hipócrita, pones a caldo a la gente y luego no he visto tío más pervertido y vicioso que tú, yo nunca llevaría a mi mujer a un cine a que la sobaran, háztelo mirar" Sinceramente, me parece más un halago que una crítica. No voy a negar que bajo ciertas sustancias tengo una peligrosa tendencia a la decadencia y el vicio más decrépito. Hasta la fecha Maria me ha acompañado en muchos de mis viajes, de los que he contado algunos y de los que me reservo otros tantos. 

En el anterior post hablaba sobre la adicción al sexo. Tengo la sensación de que mucha gente considera esa adicción como algo cool, guay, molón. Recomiendo a todos los que aún estéis en esa falsa sensación que veáis Shame. Si entendéis al protagonista, su tortura interior, su desconsuelo, estaréis más cerca del precipicio. Seguramente muchos os identificaréis con algunos de los pasajes del metraje. Sólo os daréis cuenta de si vais por el mal camino cuando sintáis nauseas recordando algo de lo que hayáis hecho. Quizás esa sea la clave, el castigo tras al el goce, como la resaca después de una fiesta de pueblo. Si no tenéis esa sensación, perfecto, estáis a salvo, de momento.
Lamento que los últimos post tengan este tono, pero como decía Marisa Paredes en la "flor de mi secreto" a la pregunta de porqué no escribía más novela rosa "lo intento, de veras, pero es que cada página me sale más negra que la anterior"

No penséis que me voy a volver un alma pura, en mis trances eróticos sigo buscando experiencias de las que luego me lamento. No hace mucho, antes de que los Mossos retiraran a las putas de la carretera, disfrute de una deliciosa mamada de una puta desdentada. Os juro que después de correrme tuve que contener una arcada. La puta, una señora en sus buenos sesenta años, escupió el semen por la ventana del coche y, aun con restos entre los labios, se colocó la dentadura que había guardado en una caja de plástico azul. Una mamada espectacular y barata, pero no apta para todos los públicos.
Comprendeis que me plantee si no se me está yendo la olla? Suelo escribir y colgar los post el sábado por la mañana, de aquí a unas horas renegaré de mis dudas y estaré buscando el vicio de la mano de mi cómplice, a sabiendas de que mañana me plantearé muchas cosas.

O dejo el sexo o dejo el alcohol. 

sábado, 8 de junio de 2013

Adicción

Advertencia: este post contiene muy poco sexo, vamos casi nada de sexo.

Creo que los últimos post que he publicado han empezado con una excusa sobre mi ausencia o mi vagancia. Me la voy a ahorrar en este, pero tendría cabida perfectamente. Siempre digo que no puedo explicar mis experiencias golfas cada semana porque por desgracia o por fortuna tienen una periodicidad superior, sobre eso trata este post.

He visto con tristeza como mi socio Skhorpio ha dado por cerrado su blog. Siempre me ha caído muy bién el autor de confesiones privadas. Aunque nuestros blogs sean radicalmente diferentes compartimos la misma fuente de inspiración, nuestras compañeras. De Skhorpio siempre me ha fascinado su actividad frenética en este mundillo. Conste en acta que esto no es una crítica hacia mi ciberamigo, ni mucho menos. Tan sólo me sirve su figura para situar mi comentario. Actualmente otro amigo, malagueño morboso, me tiene también fascinado con su prolífica actividad. Hace unos años yo mismo empezaba mi día cibernético repasando mecánicamente mi listado de páginas guarras, una tras otra, pasando de webs de parejas liberales, a travestis, de páginas de contactos a orientales, recorriendo todo un ramillete de perversiones que me llevaba mi buén par de horas colocándome bién la polla erecta dentro del pantalón.

Hace poco he vuelto a visitar mi twitter para ver como iba por el mundo de los 140 carácteres y sabéis que? tengo la misma sensación de saturación y agobio. Cada vez me planteo con más frecuencia que hay de obsesión y adicción en mi comportamiento y en el de muchos de mis amigos. Lamentablemente mucha de la gente que aparece en twitter con contenido erótico lo hace con un trasfondo económico: trabajan en shows de webcam, o tienen algún otro tipo de página que les genera algún dinerito. Este tipo de twitteros juegan en otra división. En cambio hay muchos otros sin interés pecuniario que continuamente envían fotos, retwitean y comentan. No cuesta mucho deducir que invierten muchas horas en este mundillo y, dado que nuestro tiempo es finito, la pregunta es clara ¿demasiadas? ¿en que momento comienza la adicción? Os puede parecer raro que haga esta reflexión, algunos podéis pensar: este pervertido se ha pasado al bando de los puros? para nada, pero me gusta reflexionar sobre lo que veo. Hace tiempo leí un test del especialista en adicción sexual Patrick Carnes para saber en que punto se puede hablar de adicción al sexo. La mecánica es sencilla, si respondéis con un "si" a 10 o más de las preguntas siguientes podéis empezar a plantearos ver más documentales de la2 y menos porno. Por cierto, yo saqué un 16.

1.¿Sufrió abusos de niño o adolescente?


2.¿Se suscribió o compró regularmente revistas sexualmente explícitas como 'Playboy' o 'Penthouse'?


3.¿Siente que su comportamiento sexual no es normal?

4.¿Se siente a menudo preocupado por sus pensamientos sexuales?

5.¿Tuvieron sus padres problemas con su propio comportamiento sexual?

6.¿Alguna vez su esposo/a, parejas u otras personas íntimas se preocuparon o se quejaron por su comportamiento sexual?

7.¿Tiene problemas para detener su comportamiento sexual cuando considera que es inapropiado?

8.¿Alguna vez se siente mal por su comportamiento sexual?

9.¿Alguna vez su comportamiento sexual le ha creado problemas a usted. o su familia?

10.¿Alguna vez buscó ayuda por comportamientos sexuales que no le gustaron?

11.¿Alguna vez le preocupó que alguien pudiese descubrir su comportamiento sexual?

12.¿Hirió emocionalmente a alguien a causa de su comportamiento sexual?

13.¿Están algunas de sus actividades sexuales en contra de la ley?

14.¿Se ha hecho promesas a usted mismo de abandonar algún aspecto de su comportamiento sexual?

15.¿Hizo esfuerzos por eliminar algún tipo de actividad sexual y fracasó?

16.¿Esconde algo de su comportamiento sexual a otros?

17.¿Intentó detener algún comportamiento sexual?

18.¿Alguna vez se sintió degradado por su comportamiento sexual?

19.¿Ha sido el sexo un escape de sus problemas?

20.¿Se siente deprimido después de tener relaciones sexuales?

21.¿Ha sentido la necesidad de discontinuar una cierta forma de actividad sexual?

22.¿Ha interferido su actividad sexual con su vida familiar?

23.¿Ha tenido encuentros sexuales con menores?

24.¿Se siente controlado por su deseo sexual?

25.¿Pensó alguna vez que su deseo sexual es más fuerte que usted mismo?


Los que seguís el blog sabéis que paso largos periodos de letargo, en los que no escribo ni una triste línea. En esos momentos tampoco ocurre nada excepcional en mi vida sexual como para contároslo. No me motiva explicaros la última puta que me follé: sólo un orgasmo más, unos decilitros de semen menos y bastantes euros menos en mi cuenta. Tan sólo eso. No entiendo a la gente para la que el sexo siempre es mágico, excepcional y digno de recordarse ¿No os estáis engañando?

Mi cerebro tiene dos compartimentos dedicados al sexo, como un contenedor de reciclaje: el sexo ordinario, podríamos llamarle, y el vicio. El sexo ordinario evidentemente es placentero y grato, pero no merece que le dedique muchas horas de mi día a día. El departamento del vicio se va llenando poco a poco, con los escasos estímulos que aún alteran mi líbido. Cuando está repleto lo vacío haciendo alguna golfería, yéndome con alguna fulana, llevando a Maria a algún club para ver como chupa un par de pollas o buscando alguna negra a la que comer el coño a medias. Eso sólo pasa de vez en cuando y, son unos momentos tan potentes y turbadores, que me alegro de que se espacien en el tiempo. Sinceramente, no podría sostener ese comportamiento a diario. Los que estáis cada día en tiwtter poniendo fotos de vuestro coño o vuestra polla, colgando mensajes golfos ¿realmente tenéis ese furor a diario o hay algo impostado y postizo para sentiros parte del grupo?

Por cierto acabo de ver un video de Niki Minaj y voy a hacerme una paja, si guarra te voy a llenar la carita de lefa... no acabo de curarme de mi adicción.

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