domingo, 10 de noviembre de 2013

100 días

Creo que así se llamaba un programa que hacían hace tiempo en Cuatro, donde la reportera se sometía durante el periodo de tiempo que titulaba al programa a una serie de experiencias poco habituales. Entre ellas fumar porros, entrar en el ambiente sado y alguna que otra aventura vivida en primera persona en lo que se ha venido a llamar periodismo gonzo. También cien días es el periodo de gracias que se le suele dar a alguien que afronta un cargo por primera vez: leáse político, ejecutivo o entrenador de fútbol. También debe ser el periodo de gestación de algún mamífero extraño de las antípodas, pero como os imagináis nada de eso os quiero contar. Quizás a modo de reflexión volveré más tarde sobre el canal Cuatro, pero no adelantemos acontecimientos.


Cien días hace que no escribo un triste línea en el blog. Los pocos seguidores del blog que aun me quedan no se sorprenden de lo dilatado del tiempo entre mis entradas (me encanta el verbo dilatar) pero como he dicho más de una vez, esto no es ni un periódico ni una revista semanal. He visto con curiosidad como algunos de los blogs que me tenían como referencia entre sus favoritos me han eliminado ante mis largas ausencias. Otros en cambio me mantienen entre sus favoritos como mi adorada Koshka (aunque no deje comentarios me sigo acercando a tu armario, enhorabuena por tu novela... sabes que hace un tiempo follamos en Training con una pareja y creímos  que erais vosotros?) y mi socio Skorphio (tantos años y aún no he aprendido a escribir tu nombre) Como os podéis imaginar no he estado estos días encerrado en una celda de un monasterio franciscano (cosa que no descarto probar algún día)

Durante estos días he visto el inicio y fin de algunas de las mejores series de  televisión de la historia, mis escritores favoritos han publicado novedades, he visto como el país ha dejado la recesión y todos estamos forrados y he sentido envidia de no ser gitano. A eso me refería al principio de la entrada. Me da que entre los directivos de Cuatro debe haber algún gitano. Me parece genial conocer otras culturas pero no puedo entender que se sea altavoz de conductas retrogradas, machistas y degradantes para la mujer desde un canal de televisión. Espero con ansía programas similares sobre los islámicos radicales y como pegan a sus mujeres o sobre algunos colectivos africanos que viven en nuestro país que consideran tradición respetable la ablación del clítoris de sus niñitas.


En cuanto a mí no he bajado de la noria de mis perversiones en estos días. He seguido golfo, putero, pornófilo i vicioso.  María se ha echado una novia. No una novia virtual de estas que muestran las webcamers para ganar más audiencia. No, una pedazo de lesbiana ante la que no me atrevo a alzar la voz. Se conocieron en el gimnasio y empezaron a follar como una prolongación más del ejercicio físico. Lamentablemente ni he visto ni catado nada de su relación. La chica de Maria no me puede ni ver. Se indigna si paso por delante cuando están tomando un café juntas y me mira deseádome la peor de las torturas chinas. No os creáis que se hacen mimitos como quinceañeras enamoradas, lo suyo es vicio. Lo llevo como puedo aunque debo reconocer que me indignó ver que Maria había comprado por internet un arnés de esos con un tremendo pollón de goma para sus juegos. Me ofrecí a participar aceptando  cualquier condición que me impusieran: usar máscara, depilarme, no salpicar, cerrar la boca  y ser un puto sumiso, pero nada, ni por esas.

Yo como os podéis imaginar también he seguido con mis aventuras del sexo pagado. Soy tan civilizado que pago por todo lo que uso. Aunque ya he agotado toda la paleta de colores posibles sigo cayendo de vez en cuando por algún antro para sentir que no soy sólo una sombra de Maria. Juntos hemos vuelto a ir a algunos clubs swinger de Barcelona y Madrid pero después de pasar por le Cap cuesta ponerse en situación. Así que cuando Maria no está con su chica, también se apunta a mi peregrinación al sexo de pago en ese paraíso para las almas pervertidas que es el Felina de Barcelona.

También como cada año asistimos a nuestra cita con el salón erótico de Barcelona. Como novedad este año nos quedamos a dormir en el mismo hotel que utilizan los actores y actrices del evento. Maria se vistió de manera que tuve que convencer a más de uno de que ella no iba a subir al escenario. Para muchos se trata de un espectáculo lamentable, decadente y sólo apto para pajilleros. Para otros se trata de una tradición divertida en la que ver como las glamourosas actrices que poblaban nuestras fantasías de adolescentes van dejando lugar a ex concursantes de gran hermano o cualquier otro reality que quieren rentabilizar su efímera fama a golpe de cadera. Un divertido entretenimiento en el que es cada vez más común la presencia de chicas más golfas fuera de las tablas que sobre ellas. Me ponen más calientes las otras Marias que rondan de stand en stand de la mano de sus chicos que muchas de las esforzadas actrices que se dejan la piel bajo los focos. Íbamos con la idea de follar con alguna parejita adicta al porno como nosotros o de apuntarnos a alguna de las célebres fiestas after show. No hubo manera. Con deciros que a últimas horas, bajo los efectos de la marihuana y el alcohol, Maria se ofrecío a chuparle la polla a un muchacho en el baño y el chaval salió por piernas...


Tonteámos camino del hotel con un grupo de chicos y chicas del stand de actrices del porno y llegamos a hacernos ilusiones golfas.  Pero al llegar al hotel algunos se fueron con sus respectivas parejas a la cama, sin dar pie a la posibilidad de otras presencias, otras chicas se fueron directamente a la cama quejándose del terrible dolor de pies que tenían, y el resto sólo apuraron sus bebidas en el bar del hotel y siguieron el camino hacia la habitación. Recuerdo el bajón que me dio oír a una de las chicas "me voy que mañana tengo que llevar al niño al fútbol a las siete" y yo que creía que las actrices porno eran muñecas a las que se daba cuerda y no tenían sentimientos. Sólo quedaron dos tíos de los que se encargaban de la seguridad del stand mirando a Maria con ojos depravados. Miré a Maria dándole mi conformidad para seguir la noche con nuestros ansiosos amigos, caliente imaginando el fin de fiesta que podía tener mi chica. Pero ella, quizás añorando a su "novia" (os habéis dado cuenta que no la he nombrado? estaré celosín?) me cogió de la mano y me llevó a la habitación a follar como una pareja de las tantas que habían pululado como zombies por el recinto ferial.

Prometo que en los próximos 90 días no haré el golfo, no pagare por sexo, ni pondré a mi mujer en venta en ninguna web de cukolds, prometo ser bueno, aunque sí alguien me tienta... 

Joder la mierda de programa se llamaba 29 días de Samanta Villar... Para mi que folló con Marco Banderas y Eric Morillo.

sábado, 27 de julio de 2013

Regreso a le Cap d´Agde

Como habéis visto los que seguís el blog, mis últimas entradas han estado más en la sombra que en la luz, más en la reflexión que en la carne, más en la letra que en la piel, más espeso, insoportable y soso que nunca. Tengo por costumbre no borrar nunca una entrada una vez que la he publicado pero he de reconocer que a veces he estado tentado de hacerlo. He escrito varias entradas que nunca verán la luz y por ese mismo motivo considero que si he publicado algún post debe permanecer ahí, si en su momento lo publiqué algo me debió empujar a hacerlo.

Una de mis principales lectoras es Maria. Nunca le dejo leer nada antes de colgarlo en el blog. Disfruto como un animal cuando cenamos y ella lee lo que he escrito o le muestro las fotos que he colgado. A raíz de mis últimos posts Maria no se ha sentido muy cómoda. No está con un hombre que la ha conquistado por su convencionalidad ni por su moral, así que decidió tomar cartas en el asunto.


El fin de semana pasado me regaló una estancia inolvidable en le Cap d´Agde. Supongo que la mayoría de lectores sabéis lo que es el Cap. Para los que no lo sepáis os sugiero que abráis una pestaña nueva y tecleéis en google esas palabras mágicas o vayáis a la mejor página en español para conocer el lugar. Las fotos de este post son de su página, no está demasiado bien visto corretear por el lugar móvil en mano. Si cualquier niño sueña con corretear por disneyland con las orejitas de mikey, cualquier golfo, swinger o liberal que se precie desea callejear por el cap sin orejitas, ni pantalón, ni ropa interior, desnudo como vino al mundo. El pueblo es feo de cojones y las instalaciones hoteleras están lejos del confort que uno desea, pero no hay nada en el mundo que se le parezca. Si alguna vez habéis ido a una playa nudista con vuestra pareja, y sois medianamente normales, seguro que os han entrado ganas de follar con vuestra chica bajo el sol verdad? pues eso es el Cap. Poder hacerlo. Libertad, goce, exhibicionismo, voyeurismo... la exaltación del espíritu liberal. 

Hacía años que no íbamos y Maria me hizo conducir hacia el norte sin darme más pistas. A la altura de Figueres tuve dudas sobre si quería ir a alguno de los puticlubs del norte de Gerona donde admiten parejas, pero pasados unos kilómetros no me quedó ninguna duda. Desde nuestra casa en Girona no hay más de dos horas hasta las puertas del pueblo. Debo aclarar que Agde es un pueblo turístico para todos los públicos y que su secreto se encuentra en un "quartier" a parte. Teníamos reservado un apartamento para el fin de semana en Le jardin de l´Eden. Sé que no le ha costado barato y que ha tenido que tirar de contactos para poder alquilarlo. Una vez pasas la barrera de entrada de le Cap todo se vuelve onírico. No debe haber mejor Viagra en el mundo que cruzar esa frontera. Nos instalamos rápido y en pocos minutos estábamos camino a la playa, desnudos, deseando ver y ser vistos. En el cap hay varias zonas de playa, alguna podría pasar por una playa nudista normal de Francia. Puntualizo, en Francia ser nudista es normal y por eso en sus playas se ven escenas de lo más cotidiano, en España el nudismo no acaba de ser algo tan asumido y abunda la fauna de mirones, textiles y gente de lo más confundida.

No voy a ocultar mis perversiones y debo confesar que desde la primera vez que fui al Cap me perturbó ver camino de la playa chicas de catorce o quince años desnudas, con sus padres. Tuve que contenerme para no empalmarme.  Como os digo la playa de le Cap se divide en varias zonas, una de ellas especialmente dedicada a todos vosotros y vosotras: los golfos. Cuesta permanecer en esa playa y no excitarse. Hay cuerpos de todas las edades y para todos los gustos, brillan los piercings y los plugs anales, los cuerpos depilados untados de aceite, las caricias, las pollas duras y los coños depilados. Nadie se corta, si miras a una mujer ella gentilmente separa las piernas para que le veas bien el coño, muchos no aguantan y se enredan en escenas de todo tipo. La gente hace corro alrededor de los espontáneos y admira como las parejas se entregan a su vicio. Ir al agua es un slalom donde se sortean miradas, cuerpos y propuestas al vicio. Para un marido orgulloso de su mujer no hay nada más gratificante que verla acercarse al agua mientras los hombres se la comen con la mirada y le muestran la polla ofreciéndose para la noche.

Desde mi primera hora en el Cap decidí mantener un nivel de alcohol en sangre que no me hiciera recordar al espeso blogger de hace unas semanas. De vuelta al apartamento vimos a la pareja vecina, un matrimonio de unos sesenta años aún de muy buen ver, que tendían la toalla en el balcón. Nos saludaron amables sin mirarnos a la cara, no hace falta que indique donde se dirigían sus ojos.

La noche en el Cap es el paraíso. Para muchos decadente, para todos impactante. Cientos de mujeres vestidas con los modelos más inimaginables cogidas de la mano de sus maridos, vestidos sin tanta estridencia, que las guían entre las miradas de los curiosos. Maria había provisto bien su maleta de modelitos y llevaba un top transparente que mostraba sus pechos y una falda ultracorta que dejaba ver el tanga también transparente. Todo de color negro, el color oficial de la noche golfa. Cenamos como de costumbre en el Cap, ni mal ni bien, más pendientes del entorno que del plato. Y entramos en le Glamour. Sigue haciendo honor a su nombre y lo que se ve allí no se encuentra ni haciendo la más selecta selección de personal de los clubes de Madrid y Barcelona en una buena noche de sábado. No penséis que en los clubs de le Cap se folla más que en los de España, para nada, pero se disfruta más, la excitación y el morbo es mucho mayor y el goce visual no admite comparación. No me voy a extender sobre nuestras hazañas de esa noche. Vi a Maria chupar cuatro o cinco pollas, yo pude lamer un delicioso coño de una cincuentona con cuerpo de niña, y disfruté viendo a Maria follar con dos hombre mientras la mujer de uno de ellos me comía la polla lentamente y me hablaba entre susurros sin yo entender una palabra de lo que me decía. La escena era vista por varias parejas que se tocaba y comentaban. Los chicos se esforzaban como pornostars para que el coño lleno de polla de Maria quedara bien visible a los espectadores. Nos retiramos tarde, tan cansados que no tuve fuerzas para follar con mi chica.

El día siguiente fue un clon del primero. Gozamos en la playa, nos mostramos, nos calentamos y volvimos a saludar a nuestros vecinos. Esa tarde no pude aguantarme y follé con Maria en la terraza mientras nuestros vecinos jugaban al parchís.

Volvimos a le Glamour esa noche y disfruté de dos maravillosas mujeres, una de ellas española que me confundió con un italiano. No hice nada por sacarla de su error cuando me insinuó que su marido quería comerme la polla. Un par de veces perdí a Maria y la encontré curioseando por la planta baja. Había un chico negro y parecía que había cola ante su pollón. Maria aguardó su turno y a cuatro patas gozó de las embestidas del negro ante la expectación de la audiencia. Se corrió rápido y dejó su sitio a otra mujer que chillaba escandalosamente como una gata a la que le pisan la cola con cada embestida. Debió de hacerle gracia al negro los gemidos de la moza y decidió darle el premio que anhelaban las chicas a las que ya había despachado y le regó la cara de leche espesa y abundante, ante un ohhh de admiración de la concurrencia. Juro que Maria estuvo a punto de tirarse sobre la cara de la chica para llevarse su parte.

De vuelta al apartamento nos tomamos en la terraza la última copa. Los vecinos no habían vuelto aún y no molestábamos a nadie. Maria descansando y yo con la idea que me revoloteaba la cabeza desde la primera noche, pasamos un buén rato. Relajados por la brisa y el efecto del alcohol pasó el tiempo hasta que por fin oí movimiento en el apartamento de al lado. Apuré la copa y resuelto cogí a Maria de la mano y salimos al rellano. Toqué suave con los nudillos la puerta del vecino ante la mirada incrédula de mi chica. La puerta se abrió ligeramente. He de recordaros que debían ser las cinco de la mañana, y era lógica la cautela del buén hombre. Al reconocernos el vecino apareció ante nosotros con un pareo y cara de sorpresa. No pareció molestarse. Puse de la mano a Maria ante él y le subí la falda mostrándole el coño al sesentón. Maria estaba empapada y olía a sexo. El señor llamó a su mujer y esta, primero extrañada, sonrió curiosa. No sabía cual iba a ser su reacción y hubo unos segundos de duda, pero el hombre se acercó a Maria y le acarició el coño. La señora se acercó a mí pero yo renuncié y les indiqué con gestos que Maria era para ellos. Mi chica no dudó, ella me había llevado allí para recuperarme para la causa y ahora no me podía fallar. Cerré la puerta y los dejé a solas. Me fui al balcón y actué como un voyeur enfermo, miraba, oía y intentaba vencer la tentación de masturbarme. Me sorprendió que mi polla diera señales de vida a esas alturas y estuve tentado de volver a la puerta de mis vecinos para que me dejaran unirme pero me contuve. Pasó más de una hora y seguía habiendo movimiento al otro lado del tabique. Maria volvió dos horas después de habérsela entregado a los vecinos. Vi en su pecho el resto solido del semen y aunque se dirigió como un misil hacia la cama, le di la vuelta y me pajeé hasta correrme en su cara, en sus tetas, sobre el semen del vecino. Maria sonrió y tras besarme nos quedamos dormidos. Alguien duda de que esto no es amor?

sábado, 15 de junio de 2013

Shame

A veces arrastrar los dedos sobre el teclado se convierte en la mejor inspiración. Como el pianista hace escalas comprobando que las cuerdas estén afinadas, las letras van manchando la blancura de la pantalla con su sombra. Así visto puede parecer que sólo la melancolía puede inspirar, que se lo pregunten a los miles de Emos y góticos que garabatean grandilocuentes poemas en su libretas de apuntes. Desde hace siglos la tragedia y el drama han inspirado la mejores creaciones literarias, aunque por aquí no nos dedicamos a eso. A pesar de que una lectura somera de mis posts pueda indicarlo, intento siempre ser aliado de la ironía, ya sabéis, según dicen, el sentido del humor de la gente inteligente. Para los que se pierdan en este símil, lo que sería Morancos a Faemino y Cansado o musicalmente lo que sería Bustamente a Quique Gonzalez, por poner dos ejemplos del suelo patrio.

Hace tiempo hice un post sobre el aspecto sórdido y decadente que tenían la mayoría de clubs de intercambio que había visitado, de la caspa que abundaba en su decoración y en general, de la estética de porno chabacano de muchas parejas amateurs. Hubo comentarios encendidos y, ante la duda de si me había explicado mal o si no me habían entendido, me quedé con lo segundo. No por egocentrismo, sino porque no había muchas interpretaciones posibles a lo que dije. No juzgo, sólo opino y suelo ser claro. Volviendo a aquella polémica, una simple cuestión os hará estar en este o en el otro bando: chicas, os gusta que vuestro amante se deje los calcetines mientras os lo folláis?

Entre las respuestas a aquel post, recibí un mail de un lector  indignado que me acusaba de hipócrita. Os reproduzco un fragmento "no sé como puedes ser tan borde y hipócrita, pones a caldo a la gente y luego no he visto tío más pervertido y vicioso que tú, yo nunca llevaría a mi mujer a un cine a que la sobaran, háztelo mirar" Sinceramente, me parece más un halago que una crítica. No voy a negar que bajo ciertas sustancias tengo una peligrosa tendencia a la decadencia y el vicio más decrépito. Hasta la fecha Maria me ha acompañado en muchos de mis viajes, de los que he contado algunos y de los que me reservo otros tantos. 

En el anterior post hablaba sobre la adicción al sexo. Tengo la sensación de que mucha gente considera esa adicción como algo cool, guay, molón. Recomiendo a todos los que aún estéis en esa falsa sensación que veáis Shame. Si entendéis al protagonista, su tortura interior, su desconsuelo, estaréis más cerca del precipicio. Seguramente muchos os identificaréis con algunos de los pasajes del metraje. Sólo os daréis cuenta de si vais por el mal camino cuando sintáis nauseas recordando algo de lo que hayáis hecho. Quizás esa sea la clave, el castigo tras al el goce, como la resaca después de una fiesta de pueblo. Si no tenéis esa sensación, perfecto, estáis a salvo, de momento.
Lamento que los últimos post tengan este tono, pero como decía Marisa Paredes en la "flor de mi secreto" a la pregunta de porqué no escribía más novela rosa "lo intento, de veras, pero es que cada página me sale más negra que la anterior"

No penséis que me voy a volver un alma pura, en mis trances eróticos sigo buscando experiencias de las que luego me lamento. No hace mucho, antes de que los Mossos retiraran a las putas de la carretera, disfrute de una deliciosa mamada de una puta desdentada. Os juro que después de correrme tuve que contener una arcada. La puta, una señora en sus buenos sesenta años, escupió el semen por la ventana del coche y, aun con restos entre los labios, se colocó la dentadura que había guardado en una caja de plástico azul. Una mamada espectacular y barata, pero no apta para todos los públicos.
Comprendeis que me plantee si no se me está yendo la olla? Suelo escribir y colgar los post el sábado por la mañana, de aquí a unas horas renegaré de mis dudas y estaré buscando el vicio de la mano de mi cómplice, a sabiendas de que mañana me plantearé muchas cosas.

O dejo el sexo o dejo el alcohol. 

sábado, 8 de junio de 2013

Adicción

Advertencia: este post contiene muy poco sexo, vamos casi nada de sexo.

Creo que los últimos post que he publicado han empezado con una excusa sobre mi ausencia o mi vagancia. Me la voy a ahorrar en este, pero tendría cabida perfectamente. Siempre digo que no puedo explicar mis experiencias golfas cada semana porque por desgracia o por fortuna tienen una periodicidad superior, sobre eso trata este post.

He visto con tristeza como mi socio Skhorpio ha dado por cerrado su blog. Siempre me ha caído muy bién el autor de confesiones privadas. Aunque nuestros blogs sean radicalmente diferentes compartimos la misma fuente de inspiración, nuestras compañeras. De Skhorpio siempre me ha fascinado su actividad frenética en este mundillo. Conste en acta que esto no es una crítica hacia mi ciberamigo, ni mucho menos. Tan sólo me sirve su figura para situar mi comentario. Actualmente otro amigo, malagueño morboso, me tiene también fascinado con su prolífica actividad. Hace unos años yo mismo empezaba mi día cibernético repasando mecánicamente mi listado de páginas guarras, una tras otra, pasando de webs de parejas liberales, a travestis, de páginas de contactos a orientales, recorriendo todo un ramillete de perversiones que me llevaba mi buén par de horas colocándome bién la polla erecta dentro del pantalón.

Hace poco he vuelto a visitar mi twitter para ver como iba por el mundo de los 140 carácteres y sabéis que? tengo la misma sensación de saturación y agobio. Cada vez me planteo con más frecuencia que hay de obsesión y adicción en mi comportamiento y en el de muchos de mis amigos. Lamentablemente mucha de la gente que aparece en twitter con contenido erótico lo hace con un trasfondo económico: trabajan en shows de webcam, o tienen algún otro tipo de página que les genera algún dinerito. Este tipo de twitteros juegan en otra división. En cambio hay muchos otros sin interés pecuniario que continuamente envían fotos, retwitean y comentan. No cuesta mucho deducir que invierten muchas horas en este mundillo y, dado que nuestro tiempo es finito, la pregunta es clara ¿demasiadas? ¿en que momento comienza la adicción? Os puede parecer raro que haga esta reflexión, algunos podéis pensar: este pervertido se ha pasado al bando de los puros? para nada, pero me gusta reflexionar sobre lo que veo. Hace tiempo leí un test del especialista en adicción sexual Patrick Carnes para saber en que punto se puede hablar de adicción al sexo. La mecánica es sencilla, si respondéis con un "si" a 10 o más de las preguntas siguientes podéis empezar a plantearos ver más documentales de la2 y menos porno. Por cierto, yo saqué un 16.

1.¿Sufrió abusos de niño o adolescente?


2.¿Se suscribió o compró regularmente revistas sexualmente explícitas como 'Playboy' o 'Penthouse'?


3.¿Siente que su comportamiento sexual no es normal?

4.¿Se siente a menudo preocupado por sus pensamientos sexuales?

5.¿Tuvieron sus padres problemas con su propio comportamiento sexual?

6.¿Alguna vez su esposo/a, parejas u otras personas íntimas se preocuparon o se quejaron por su comportamiento sexual?

7.¿Tiene problemas para detener su comportamiento sexual cuando considera que es inapropiado?

8.¿Alguna vez se siente mal por su comportamiento sexual?

9.¿Alguna vez su comportamiento sexual le ha creado problemas a usted. o su familia?

10.¿Alguna vez buscó ayuda por comportamientos sexuales que no le gustaron?

11.¿Alguna vez le preocupó que alguien pudiese descubrir su comportamiento sexual?

12.¿Hirió emocionalmente a alguien a causa de su comportamiento sexual?

13.¿Están algunas de sus actividades sexuales en contra de la ley?

14.¿Se ha hecho promesas a usted mismo de abandonar algún aspecto de su comportamiento sexual?

15.¿Hizo esfuerzos por eliminar algún tipo de actividad sexual y fracasó?

16.¿Esconde algo de su comportamiento sexual a otros?

17.¿Intentó detener algún comportamiento sexual?

18.¿Alguna vez se sintió degradado por su comportamiento sexual?

19.¿Ha sido el sexo un escape de sus problemas?

20.¿Se siente deprimido después de tener relaciones sexuales?

21.¿Ha sentido la necesidad de discontinuar una cierta forma de actividad sexual?

22.¿Ha interferido su actividad sexual con su vida familiar?

23.¿Ha tenido encuentros sexuales con menores?

24.¿Se siente controlado por su deseo sexual?

25.¿Pensó alguna vez que su deseo sexual es más fuerte que usted mismo?


Los que seguís el blog sabéis que paso largos periodos de letargo, en los que no escribo ni una triste línea. En esos momentos tampoco ocurre nada excepcional en mi vida sexual como para contároslo. No me motiva explicaros la última puta que me follé: sólo un orgasmo más, unos decilitros de semen menos y bastantes euros menos en mi cuenta. Tan sólo eso. No entiendo a la gente para la que el sexo siempre es mágico, excepcional y digno de recordarse ¿No os estáis engañando?

Mi cerebro tiene dos compartimentos dedicados al sexo, como un contenedor de reciclaje: el sexo ordinario, podríamos llamarle, y el vicio. El sexo ordinario evidentemente es placentero y grato, pero no merece que le dedique muchas horas de mi día a día. El departamento del vicio se va llenando poco a poco, con los escasos estímulos que aún alteran mi líbido. Cuando está repleto lo vacío haciendo alguna golfería, yéndome con alguna fulana, llevando a Maria a algún club para ver como chupa un par de pollas o buscando alguna negra a la que comer el coño a medias. Eso sólo pasa de vez en cuando y, son unos momentos tan potentes y turbadores, que me alegro de que se espacien en el tiempo. Sinceramente, no podría sostener ese comportamiento a diario. Los que estáis cada día en tiwtter poniendo fotos de vuestro coño o vuestra polla, colgando mensajes golfos ¿realmente tenéis ese furor a diario o hay algo impostado y postizo para sentiros parte del grupo?

Por cierto acabo de ver un video de Niki Minaj y voy a hacerme una paja, si guarra te voy a llenar la carita de lefa... no acabo de curarme de mi adicción.

domingo, 14 de abril de 2013

Anonimato golfo

Morbocornudos siempre ha sido una de mis páginas de referencia. Hemos publicado fotos nuestras allí en varias ocasiones y hemos tenido muy buenas experiencias con seguidores de la web. Una vez a la semana, como mínimo, entro en la página para ver las nuevas contribuciones. Puedo asegurar que no hay semana en que alguna participante no me haga dar gracias a la humanidad por haber inventado la red. 

Es ya una página veterana, seria, de entre sus normas destaca el que no acepten fotos a cara descubierta. Llevamos muchos años enviando fotos nuestras a webs, seguidores u otras parejas sin muchos prejuicios, pero jamás hemos enviado fotos de nuestro rostro. Admiro a la gente que lo hace pero lo considero una auténtica frivolidad y un riesgo innecesario. A fin de cuentas, dudo que los seguidores de estas páginas renuncien a un polvo porque la cara no acompañe a un cuerpo de ensueño. Esto no es Disneyland.

Esta última semana, curioseando, me llamó la atención Silvia Star 21. Una morena delgadita deliciosa, morbosa y muy sexy. Sentadita en un tronco, en un entorno silvestre, con esas medias tan fetiche, a la contra del entorno, y con el rostro perfectamente pixelado. Os pongo una foto para que me deis la razón.
Sugerente, verdad? la verdad es que la chica nos puso muy calentorros a mí y a Maria, anoche mientras compartíamos la marihuana de unos amigos. No encontrábamos el momento de buscar antiguas contribuciones de la muchacha, intentando disimular ante nuestros amigos anfitriones. Ya en casa seguimos con la visita a las contribuciones de Silvia Star. Aquí os pongo otra foto donde posa diligentemente con un cartelito para la web.

Ahí seguimos viendo un discreto pero efectivo pixelado. En otra foto han optado por un curioso topo de color rosa, también efectivo, del que hablaremos más adelante. Os ruego que os fijéis en el topo, no en otras cosas, ya tendréis tiempo, golf@s.

Sin duda, ella o su pareja, son prudentes usuarios de internet y tienen el conocimiento suficiente para mantener su anonimato. Insisto, la chica está buenísima y anoche hubiéramos vendido nuestra alma al diablo por comerle el coño a medias. 

El topo rosa pronto va a rebelarse contra la protagonista. Veréis en las siguientes fotos que ahí sigue, pero de manera ya no tan efectiva. En las fotos que veréis a continuación se me ocurren varias cuestiones: puede decirme alguien para que sirve? para ocultar... la nariz? algún vecino de esta chica no la reconocerá al verla en morbocornudos? unas fotos para ilustrar el párrafo.


Y para el final he reservado mis fotos favoritas, el misterioso topo rosa en toda su efectividad, camuflando el rostro de Silvia, ocultándola de las miradas pervertidas de vecinos y compañeros de trabajo, cual leopardo en la selva. Sin duda debes agradecerle a tu chico su gran trabajo. Creo que no te van a faltar fans, ni a ti ni a tu topo rosa. Yo el primero.


domingo, 7 de abril de 2013

Fan trans-bipolar

Parece que mi blog se ha convertido en centro de acogida para lectores con las más variadas taras mentales. Esta casa está abierta a todo el mundo y siempre he tenido predilección por los débiles, los tarados y las causas perdidas.

Siguiendo la serie iniciada con Fan fatal os presento la segunda parte: Fan trans-bipolar, con la inestimable colaboración de un nuevo amigo: Infantes. Le llamaremos así ya que como Batman o Spiderman nadie conoce su verdadera identidad. He aquí su mail por si alguien tiene la curiosidad de indagar en la metamorfosis hombre-mujer más asombrosa vista desde Bibi Andersen o, para los más jóvenes, Bibiana Fernandez: infantes666@yahoo.es. 

No creo que le moleste que le escribáis, y si os animáis a enviarle alguna foto mejor, pues parece que es lo que mueve los oscuros resortes de su mente privilegiada

----- Mensaje reenviado -----
De: Infantes <infantes666@yahoo.es>
Para: "anemak74@hotmail.com" <anemak74@hotmail.com> 
Enviado: Sábado 16 de marzo de 2013 11:03
Asunto: Rv: cas

----- Mensaje reenviado -----
De: Infantes <infantes666@yahoo.es>
Para: "anemak74@hotmail.com" <anemak74@hotmail.com> 
Enviado: Sábado 9 de marzo de 2013 11:13
Asunto: cas

Nicolas, tengo 25 años , atractivo, alto 1.80, delgado, , pelo castaño, , dotado, hetero y cargado de morbo. 
Si quieres podemos quedar un dia, charlamos, nos conocemos, y disfrutamos del sexo, pasando ratos inolvidables, haciendo nuestros deseos realidad.
Si estás interesada enviame un mail detallando forma de contacto.
Anímate que seguro que no nos arrepentimos.
hasta la vista,
¿de donde eres?

Me acabo de hacer dos pajas con tus fotos, te voy a comer todo tu cuerpo a lametones con mi lengua, especialmente las tes y en el coño, donde no voy a parar de comertelo una y otra vez hasta que te corras, y luego acabar follando como locos, hasta que te corras una y otra vez, asi las veces que tu quieras


No os voy a negar que cuando Maria vio esta foto, aún dudando de que el escritor del mail fuera su legítimo poseedor, le entraron unas ganas locas de acariciar su garganta con la punta de esa polla. Así que, a parte de darnos un pretexto para una buena mamada, este mail fue a la papelera. Antes, eso sí, fue respondido amablemente: gracias por tu foto, menudo pollón! pero no buscamos chicos solos, bla bla bla, gracias por pasarte por el blog, bla bla bla que sigas disfrutando en tus pajas del coño de Maria.

La sorpresa, milagro de la cirugía o muestra de imbecilidad suprema se manifestaron en un mail recibido ayer, curiosamente del mismo comunicante, el gran Infantes:

De: Infantes <infantes666@yahoo.es>
Asunto: con
Fecha: 6 de abril de 2013 10:36:43 GMT+02:00
Para: "anemak74@hotmail.com" <anemak74@hotmail.com>
Responder a: Infantes <infantes666@yahoo.es>

hola pareja

Soy MARTA, de girona tengo 25 años , atractiva delgada , rubia ,morbosa
Si quereis podemos quedar un dia, charlamos, nos conocemos, y disfrutamos del sexo, pasando ratos inolvidables, haciendo nuestros deseos realidad.
Si estás interesados enviarme un mail detallando con forma de contacto y FOTOS VUESTRAS..
Anímaos que seguro que no nos arrepentimos.
hasta la vista,

Atentos a la sutilidad con la que nuestro admirador resalta que es MARTA y que quiere FOTOS VUESTRAS. Creo que si algo no falta en este blog son fotos de Maria, aún así, si alguien quiere más, os dejo algunos links donde podéis encontrar algo más.

Como podéis apreciar sin mucho esfuerzo, nuestro amigo Infantes ha pasado de ser un polludo deseable (Nicolas) a ser una modosita chica de Girona, con todas las características físicas de las chicas de la zona (Marta). No os confundáis, es de Girona, aunque parezca rusa o checa. 

Infantes: no pensantes en hacerte una dirección de mail alternativa? te doy un par de posibilidades Martagirona25@, rubiamarta@, morbosagirona25@, no sé si estarán disponibles, prueba a ver, pero te recomiendo mi favorita: esquesoyunputoimbecil@ymeencantademostrarlo.com

jueves, 4 de abril de 2013

Fan fatal


Nunca he colgado fotos o mails de ninguno de mis lectores sin su consentimiento, pero hoy me voy a saltar la norma. Eso sí, voy a ser suficientemente cauto como para tapar la cara del comunicante. Atentos al mail del socio:

Hola, he llegado a tu blog por medio de obediente nena. Me llamo Daniel, soy gallego de 36 años, felizmente casado, pero con unas ganas morbosas de follarte inefables. Mi polla mide 13.5cm, soy Moreno con ojos marrones, con pelo menos en el pubis, mido181cm y peso 100kg, pero de complexión deportista.

Me gustaría conocerte más, las fotos las subiré cuando las haga, soy totalmente novato. Haré alguna follando a mi mujer para que te den más morbo y veas que somos sanos.

Un saludo. 

Hasta aquí todo más o menos normal verdad? salvo algún uso curioso del léxico como eso de "ganas morbosas de follarte inefables", el resto puede ser uno de tantos mails que nos han enviado durante estos años. Hay algunos detalles curiosos de los que, conste en acta, no pretendo hacer burla y si reflexión. Por ejemplo: "con pelo menos en el pubis" resulta cuando menos llamativo y ahí no me meto, cada uno tiene su sentido de la estética, pero creo que el estilismo capilar no le beneficia mucho a nuestro calenturiento comunicante.

Otro aspecto curioso: poner la medida de su aparato. Vamos a ver, quizás el chico se refiere a que su polla mide 13,5cm en reposo, lo que no estaría nada mal, pero me da que, viendo la foto que luego veréis, se refiere más a medida en posición de firmes. Todos sabemos que la teoría de la relatividad se desarrolló para explicar el curioso efecto menguante de las pollas. Todo varón con el que hables reconocerá que tiene una buena herramienta, de la que se siente orgulloso. En cambio por cualquier gimnasio o playa nudista que vayas no verás ni rastro de esos megapollones de los que muchos alardean. De ahí la teoría de la relatividad: la polla se puede medir desde arriba, desde abajo, en pulgadas, con regla, con cinta de costurera... pero esa medida después se altera según la conveniencia del medidor, para no ser nunca verdadera. A las mujeres que os voy a contar... Al menos mi amigo Daniel es sincero. Un punto para él.

El concepto de complexión deportista también es relativo. Daniel no nos comunica que deporte practica. Tendemos a pensar que, al definirse como deportista, debe tener un cuerpo como Ronaldo o Usain Bolt, pero cabe la posibilidad de que mi amigo sea levantador de piedras, haga lucha grecorromana o halterofilia, así que, aunque lo parezca, no nos está engañando. Además, no me burlo de la gente por su aspecto físico, yo cada día tiendo más al físico de mi amigo que al de esos futbolistas jóvenes y ricos.

Aquí va la galería de fotos que el muchacho se ha currado con su nueva tablet.





Nada del otro mundo verdad? Maria me confesó que en sus noches madrileñas le había comido la polla a más de uno como mi socio Daniel. Jamás hubiera publicado sus fotos de no ser por este delicioso correo con el que me sorprendió hace unos días.

Hola, anemak, entendí mal a mi mujer o pensó que no me atrevería a dar este paso. ¿Podrías eliminar las fotos para su tranquilidad, por favor? No es cuestión de hacer daño a nadie.

Un saludo y gracias por compartir con el mundo tus fantasias.

Bueno, como os quedáis? no me digáis que no es simpático?
os dejo su mail por si alguien está interesado. Tampoco pondría nunca su mail de no ser por que la dirección tampoco tiene desperdicio:

vivirelsexo@outlook.com




                                    

domingo, 24 de marzo de 2013

De putas con Maria

"Vuelvo el 23 por la noche, serás capaz de darme una buena bienvenida?"

Esta foto es un fetiche para nosotros. Es de la misma sesión que la foto que encabeza el blog. Una noche de hace muchos años ya, de las primeras en las que ví a Maria salpicada del semen de otro hombre. No folló con él. El pobre hombre se tuvo que conformar con pajearse sin tocarla.

Sé perfectamente que quiere decir esa foto. Unas horas más tarde tenía preparada una reserva en un hotel de Barcelona a la altura de los acontecimientos. Tenía ganas de ir al W. He estado por alguna reunión de trabajo, pero me apetecía follar en él. No es precisamente barato pero la lujuria tampoco suele serlo. 
Durante los días previos a nuestro reencuentro no hablamos por teléfono, ni por facetime, ni por mail. Sólo mensajes, escuetos, sugerentes, lascivos.... creo que me he hecho más pajas en estos últimos días que en todo un año. Maria tiene ese poder sobre mí, puedo estar harto del sexo pero su olor, su tacto y la promesa de volver a tenerla, me hacen perder la razón.

Se negó a que fuera a buscarla al aeropuerto. Supe que llegó a media mañana pero quedó con una amiga y sólo se presentó en la habitación del hotel para ir a cenar. Yo ya me había tomado cuatro o cinco copas y había recorrido todo el hotel de arriba a abajo. Golpeó la puerta con los nudillos. Juro que pude notar como su perfume se colaba por las rendijas de la puerta. Me acerqué para abrir y aspiré con los ojos cerrados, no podía ser nadie más. El perfume, sus zapatos UN, las medias Wolford, el vestido negro de una pieza con el escote asimétrico mostrando uno de los hombros, la gargantilla de cinta de raso anudada al cuello con un pequeño charm en forma de zapato de tacón rojo, las uñas lacadas en negro, el cuello, su sonrisa, el pelo recogido y sus ojos de espejo. No supe que hacer, tieso como un perchero, sólo pude sonreír. Mi cuerpo se debatía entre la risa y el llanto, la alegría y la pasión desbocada, como una procesión de semana santa. María dejó caer el bolso al suelo y me abrazó, me besó y no hubo más palabras.

La sobé, pellizqué, estrujé, manoseé, acaricié pero nada más, no follamos. Maria, recordándome que no había cambiado, susurró "la noche es muy larga".

Tras recomponer nuestra vestimenta, y ponerse Maria un poco de gloss en los labios, nos dirijimos al restaurante. Para la ocasión había reservado en Torre de Alta Mar, quizás el restaurante con las mejores vistas de Barcelona. No íbamos a cenar mucho, somos más de beber, y eso no faltó. Volvíamos a ser los de siempre, juntos, sin dudas ni fisuras, disfrutando de Baco. María volvió a entregarme su tanga tras ir al baño. No quería dejar lugar a dudas, la noche no había hecho más que empezar. A la altura del segundo plato me contó alguna de sus aventuras y me mostró varios de sus trofeos en el móvil. Una galería de pollas de todos los tamaños y formas. No se cuantas veces me llegué a empalmar en la cena. Tuve miedo de que el mecanismo erector de mi polla acabara fallando.

La primera copa de la noche la tomamos en el mismo restaurante. Muchas de las mesas se habían ido ya y los camareros empezaban a pulular esperando que les pidiéramos la cuenta. No tardamos en irnos. Las siguientes horas las pasamos recorriendo varios locales de la zona del Born, bebiendo y besándonos como adolescentes. Maria me señaló varios chicos a los que le comería la polla sin dudarlo. Os podéis imaginar como reaccionaba mi entrepierna. No sé cuantas copas tomamos, pero una torcedura de los tacones de Maria y un resbalón mío sobre los adoquines húmedos de la calle del Rec me convencieron de que era la hora de que un taxi nos llevara a nuestro siguiente destino.

Sorprendentemente no fue difícil conseguir taxi. En cuanto le indiqué la dirección al conductor pude ver, por su media  sonrisa, que conocía el destino, de la misma manera que ví que Maria no tenía ni idea de donde íbamos. Maria empezó a interrogarme de la mejor manera que sabe, metiendo sus manos bajo el pantalón y pajeándome mientras me preguntaba al oído. Yo hice lo mismo y metí mis manos bajo su vestido para acariciarle el coño. Pude ver como el taxista miraba de reojo por el espejo y decidí alegrarle el trayecto, separando las piernas de Maria mostrando bien su coño empapado. Mi chica, cómplice, se recolocó hacia el centro del asiento para que el conductor disfrutara plenamente de al vista.

Al parar el taxi Maria miró a través de la ventana y mostró su sorpresa al no reconocer donde estaba. Una simple calle y una simple puerta, sin ningún letrero. El taxista cobró la carrera y, si hubiera sido algo más discreto en sus comentarios, le hubiera dejado sobar el coño de mi acompañante, pero hasta para ser grosero hay que tener arte.

Respondió al telefonillo una señora de acento sudamericano, dulce y atenta, tal como me había atendido días atrás por teléfono. Nos hizo esperar unos segundos hasta que abrió la puerta. Maria seguía un tanto confundida, pero intuitiva como es, sabía que no la iba a decepcionar. Lo primero que llama la atención del local es la cuidada y oscura, los aromas y la delicadeza de la señora de la entrada, la Mami. Dio dos besos a Maria y nos llevó a una de las habitaciones. Nos dejó a solas para que se nos presentaran las chicas. Las recibimos con mis dedos en el coño de Maria. Pasaron todas las muchachas que atendían parejas y Maria se encargó de escoger. De todas las candidatas sólo tres habían mirado con morbo mi mano hundida en el coño de mi chica, de las tres sólo una era morenita. La elección fue sencilla. Laura.

Maria parecía nerviosa y sorprendida por el ritual de higiene obligatorio en estos lugares de pecado. La sonrisa de Laura la relajó y poco después estaban las dos tumbadas en la cama, acariciándose delicadamente. Me aparté de la escena, me bajé los pantalones y me agarré la polla con fuerza. Pocos minutos después Maria estaba hundida en el coño de Laura. Yo veía desde mi silla el coño empapado de mi chica, saqué el móvil del pantalón y busqué la aceptación de Laura. No necesitó mucho para decirme con un sutil movimiento de cuello "nada de fotos". Teníamos una hora por delante y quería que Maria disfrutara de su primera noche putera. Laura se retorció para llegar a Maria en un sesenta y nueva que duró hasta que mi chica apartó la boca de Laura de su coño: primera corrida.

Me sacaron de mi refugio y Maria me invitó a compartir su regalo. Lamimos el coño de Laura con furia, nuestras lenguas se entrecruzaban y sincronizaban haciendo que la puta se retorciera de placer. Yo me encargué de su culo y Maria del coño. Pude ver como metía la lengua dentro y sorbía con los labios. Laura se corrió. No todos los clientes comen los coños y los culos de las putas, para mí es una obligación.
Dejamos a Laura descansar mientras Maria se metió mi polla en la boca. Hacía tanto que no me la comía que había olvidado su maestría, nadie me la ha chupado mejor. Quería correrme, meterme en su coño, pero cuando notó que me aceleraba, retiró la boca y mirando a Laura me dijo "fóllatela, quiero verlo" Laura parecía recuperada y Maria se inclinó nuevamente sobre su coño para comprobarlo. Me excité mucho cuando me pusieron un condón entre las dos, me notaba la polla a punto de reventar y mi vanidad se llenó cuando Laura me dijo riendo que después de mi iba a necesitar un "dencansito".

Se sentó sobre mí, le cogí el culo y no encontré resistencia para meterle un dedo. Pareció agradecerlo. Empecé a lamerle los pezones, marrones y duros como el turrón. María estaba ahora sentada y se masturbada con dos dedos dentro del coño. Laura saltaba sobre mi polla con fuerza y Maria, tras darse al placer voyeurista, se levantó para unirse a la fiesta. Vi como le tocaba las tetas, como la besaba en el cuello y apretaba las nalgas. Maria se acercó a mi y me metió la lengua en la boca, sabía deliciosamente a coño. Me corrí como un criajo, de no ser por la insonorización del local hubiera despertado a media ciudad.

La despedida fue borrosa, Laura se quedó arreglando la habitación y la Mami nos acompañó a la calle. El silencio de la madrugada nos hizo plantearnos si todo había sido realmente tan perfecto. Un taxi llamado por la propia Mami nos recogió. Maria me echó mano a la polla y me dijo "vamos al Oops?" Se me puso dura de nuevo, sólo imaginar que Maria quería más, me hizo excitarme. Imaginar a Maria con una polla en la boca en nuestro reencuentro me hizo excitarme, recuperarme con si la hora anterior la hubiera pasado en un balneario, y no en un burdel. "Si vamos al Oops tu tendrás que conformarte con mirar, quiero que me folle otro" la sugerencia me calentó y apunto estuve de sacarme la polla en el taxi, pero la cara del conductor me hizo controlarme, no creo que le hubiera hecho mucha gracia.

Maria indicó al taxista la dirección. No era el Oops. Llegamos al hotel media hora más tarde. Yo seguía con la polla dura como si me hubiera pinchado viagra. Maria no me dejó ni tumbarme en la cama, de pie, apoyado en la puerta del baño, se arrodilló y se metió mi polla hasta la garganta. Con la mano izquierda se acariciaba el coño y no pude aguantar mucho. No duré nada, me corrí y Maria no dejó que se escapara de su boca ni un mililitro de semen. Me besó en los labios y tras susurrarme "lo echaba de menos" me arrastró a la cama.

Esta mañana hubiera deseado ser accionista de Bayer. No sé cuantas aspirinas debo llevar en el cuerpo. He bajado a desayunar mientras Maria seguía enroscada en el lado izquierdo de la cama y he aprovechado, aun abotargado por la endorfina, para anotar en el portátil cuatro sensaciones de la noche. En casa me he sentado para intentar contaros como mejor sé, que vuelvo a ser prisionero de Maria. 

PS: mil gracias a Felinabcn por hacernos más fácil pecar a las parejas pervertidas.


sábado, 9 de marzo de 2013

Peluqueria china

Como ya os dije en el anterior post, he vuelto a trabajar. Me había acostumbrado demasiado bien a ponerme ante el ordenador sólo para perder el tiempo. Que curiosa expresión, perder el tiempo, matar el tiempo, todo un sin sentido cuando el tiempo nos acabará matando a todos. Como os decía, mis cervicales y los tendones de mi mano derecha han vuelto a rechinar como hacían antaño. No acostumbro a tomar medicinas para aliviar el dolor, prefiero reservar la química para aspectos más lúdicos de mi vida. Estirándome en la silla, pasándome la mano por la nuca y doblando el cuello a un lado y otro intentando relajar mi tensa musculatura, me sorprendí observado por un compañero de la oficina.
- Quieres un ibuprofeno?
- No gracias, creo que no he dormido en buena posición.
No había cruzado con Miguel más de dos palabras a excepción de las formas protocolarias evidentes entre compañeros de trabajo. Parece un buen chico, dispuesto a ayudar, siempre con una sonrisa bajo el bigote. Aun así su amable gesto parece turbio, como la sonrisa del payaso: falsa para los mayores y sólo grata para los niños puros de espíritu. Sus buenos modos parecen más propios de una exquisita educación que de sentimientos reales. De todas formas, siempre es mejor compartir tu jornada laboral con alguien agradable que con un orco de Mordor. Sin mucha más conversación me deslizo un post-it con una dirección y un teléfono. 
- Como se llama el fisio? yo voy de vez en cuando a uno que me deja arreglado un par de meses.
Miguel estiró hacia la punta de los bigotes su perenne sonrisa.
- Esta no es fisio. No creo ni que sea masajista, pero bueno yo te recomiendo que te pases. Seguro que te "arregla".
Acompañó esta última palabra arqueando las cejas, buscando mi complicidad. Yo sonreí intentando parecer confuso.
No acabo de entender la mística que hace que una persona que no te conoce de nada dude recomendarte una película pero en cambio sugiera sin reservas sobre algo tan íntimo como el sexo. Supongo que algo tiene que ver con las feromonas y sobre todo con los machos. El resto de la tarde la conversación entre ambos y el resto de compañeros volvió a los términos técnicos y asépticos del trabajo. No os agobiaré con eso.

Sólo un par de horas más tarde estaba en una esquina distante pocos metros del número que me había indicado Miguel. Repasaba una y otra vez los números de la calle, contaba los locales y llegaba siempre a la certeza de que mi compañero me había dado la dirección de una peluquería china. Noté ese gusanillo en la barriga habitual antes de una cita, de entrar a un club liberal o a una casa de putas, el morbo y la curiosidad. Crucé la calle y entré al local. En efecto había tres sillones de peluquería de color granate, con otros tantos señores siendo podados de la azotea. Las paredes estaban decoradas con fotos de modelos chinos con peinados que nunca he visto llevar a ningún chino. Dos chicos jóvenes cortaban el pelo a dos de sus clientes mientras el otro parecía sestear a la espera de su turno. En un pequeño mostrador a la izquierda de la entrada había una señora arrugada. Aparentaba sesenta años pero quizás tenía algunos más, ya sabéis que los orientales firmaron un pacto con Satán para parecer siempre más jóvenes de lo que son. Empecé a pensar seriamente en sentarme y dejar que me cortaran el pelo. Hace años que llevo el pelo muy corto así que no se notaría mucho un posible estropicio en mi cabellera. Se me apareció la sonrisa de tiralíneas de Miguel y empecé a barruntar la manera de devolverle al jugada.
La señora, que pareció notar mi me aturdimiento, preguntó amablemente:
- Pelo o relax señol?
Los señores a los que estaban pelando siguieron con su incomprensible charla, aparentemente comentando algún artículo de un periódico tan incomprensible como su cháchara. Levanté dos dedos.
- Pelo y relax?
- No, sólo relax.
Me acompañó a través de un pasillo. Pude ver un puchero borbotear en una de las salas adjuntas donde varias chicas descansaban en un sofá mirando mtv. La señora me indicó la siguiente puerta donde vi una camilla con una sábana de papel tensa, esperándome. En la habitación entraron las dos muchachas que veían la tele y preparaban la comida en la habitación contigua. Una de ellas era regordeta, con una sonrisa propia de alguien no muy cuerdo, no dejaba de retorcerse las manos y pistonear el suelo con el pie izquierdo. Sólo unos enormes pechos que no parecían made in china despertaron mi curiosidad. La otra muchacha era delgada, de pelo largo y obviamente negro. Me miraba seria, sin mover un milímetro de su tensa piel blanca. Me fijé en sus dedos alargados y sus uñas con una manicura de colores imposibles. Ya me siento bastante pecador pagando por sexo así que decidí no aumentar mi condena abusando de la borderline y escogí la borde girl. Pareció fastidiada en la misma proporción que la regordeta se alegró de poder volver a vigilar los fideos.

Liu, así me dijo que se llamaba. Imagino que el nombre será tan auténtico como el que da cualquier puta hasta en el más sofisticado de los prostíbulos. Me tendió una toalla y se giró pidiéndome que me desvistiera. Me sorprendió su pudor y mis dudas sobre la recomendación de Miguel volvieron a asaltarme. Hasta que no oyó el chirrido de la camilla al tumbarme no se giró. Empezó a frotarse las manos para que se calentaran y suavemente me untó la espalda y las piernas con un tónico aceitoso de fuerte olor. Sus dedos finos como las cuchillas de Freddie Krueger se hundían en mis músculos, hurgaban entre mis huesos y tendones como si tuvieran visión infrarroja y fueran directos al foco del dolor. Poco a poco los nudos de mi cuerpo se deshicieron como hace una abuela paciente con una enrollada madeja de lana. Mi cuello se relajó, mi espalda retomó su elasticidad, mis piernas se aligeraron y me sentí durante media hora en manos de un allien con conocimientos de otra galaxia.

Me giré desnudo sobre la camilla. Liu no me miró la polla. No estaba empalmado, la situación no lo requería y yo ya sólo deseaba que aplicara en mi pecho la misma magia que había derramado sobre mi espalda. Liu siguió concentrada, viendo lo que sólo ella parecía ver, guerreando con tendones y músculos. Otros quince minutos de terapia me hicieron elevar a Miguel y a Liu a los altares. Me sentía nuevo, pletórico, lleno de energía... El vicioso que hay en mí pareció recordarme al oído que había que hacer cuando uno se sentía tan bién. No hizo falta ninguna insinuación. Liu sabía perfectamente manejar los tiempos. Empezó a acariciar la parte interior de mis piernas, de las rodillas. La decisión de cada una de sus maniobras anteriores se transformó en suavidad. Sus dedos ya no eran firmes y se limitaba a rozar mis huevos y mi polla como al descuido, sin querer. Su rostro se había transformado, aquella segunda parte de su trabajo no parecía satisfacerla como la primera. Estuve tentado de pedirle que lo dejara, pero mi polla se opuso. Empezó a palpitar, a endurecerse. Poco a poco mis neuronas se fueron debilitando ante el gran dictador que ahora marcaba el camino. Liu seguía con sus preparativos, yo deseaba que me tocara pero ella insistía en añadir pólvora al cartucho de dinamita. Yo ya estaba absolutamente empalmado, ansioso. Tenía la polla brillante, untada de aceite y ambos mirábamos a Liu reclamando que nos ayudara a acabar con aquella rigidez. Se alejó de mi, mirándome la polla como hace una artista mirando el lienzo, alejándose para tomar perspectiva. Supuse que se iba a quitar la parte de arriba de la camiseta, pero se acercó a puerta y gritó algo. Se quedó con medio cuerpo dentro de la sala y medio en el pasillo. Parloteaba con su cabeza hacia el pasillo y de vez en cuando volvía a mirar dentro, hacia mi polla. Sentí unos pasos. Liu sonrió agachando la cabeza y salió de la sala para dar entrada a la señora que me había recibido. 

Sonriente miró mi polla afirmando con la cabeza. Se untó las manos con aceite y antes de que pudiera protestar me estaba haciendo una paja con sus manos endurecidas. Parecía llevar unos guantes de porcelana, suave y dura. La cadencia, la presión, la pausa todo era de una perfección que sólo un hombre puede lograr a base de mucho entrenamiento pajillero. Me acarició los huevos y deslizó un dedo en mi culo, subió la frecuencia de sus manos y me corrí gimiendo como un poseso. Veinte segundos, treinta quizás. Solté un chorro de semen como si hubiera estado invernando meses enteros.  Me arqueé y estiré los dedos de los pies como un águila a punto de capturar un ratoncillo del bosque. La señora no perdía la sonrisa y estuvo hábil al esquivar la corrida: le podía haber vaciado un ojo. Me quedé encorvado, retorcido, respirando alucinado y confuso a la vez. No quedó en mi ni el más mínimo reproche y cuando la señora salió de la sala, tras ofrecerme un rollo de papel higiénico, juro que la ví levitar sobre el suelo, rodeada de una extraña luz. Me prometí peregrinar cada semana a ese templo, a sufrir los rigores de las manos milagrosas de Liu y a vivir la reencarnación de las manos de santa de la china de edad inclasificable. Miguel jamás te confesaré que fui a tu santuario, lo negaré todas las veces que haga falta, pero no podré negarte la sonrisa jamás en la vida.

sábado, 23 de febrero de 2013

Óxido

Me duró poco el retiro laboral. Por suerte, intento ser políticamente correcto, he vuelto a trabajar. Menciono lo de la corrección política porque la verdad es que no he echado de menos levantarme a las siete de la mañana. Puedo parecer frívolo, pero si me dedicara a escribir lo que le parece bién a los demás haría un blog de jardinería. El tema económico no me ha agobiado y he podido dedicarme a leer como un poseso, ver cine y husmear por todos los museos de Barcelona y Madrid. Nunca fue mi ilusión tener un gran coche y, como en los buenos tiempos me gané bién la vida, he podido recurrir a mis ahorros para ser lo más parecido a un tío feliz que puedo de imaginar.

No sólo he estado entregado a la cultura, no creo que haga falta que os lo asegure. Soy a aficionado a sumergirme en toda la mierda que me rodea así que no me ha costado pasar  de los textos de Jung a estar poco después absorto en  la compleja dicción de Mila Ximenez. El problema radica en como encaras cada cosa, no pretendas aprender de Sálvame y divertirte con Jung, si lo haces a la inversa vas en el buen camino.

Me seguí viendo con Sandra algunas veces más. No era la princesa casta y pura que esperaba para desintoxicarme de mi adicción al sexo, pero como buen adicto en rehabilitación, he sido incapaz de pasar sin mi dosis de metadona. Creo que Sandra aparecerá en breve en algún portal de porno amateur o buscando la fama rápida en Mujeres hombres y viceversa. Las últimas veces que follamos mi polla y yo éramos como el atrezzo en una obra de teatro, dábamos contenido a la función pero no teníamos ni una línea de texto. Sandra sólo existe para su orgasmo, para mirarse al espejo mientras cabalga poseída Debo tener algún misterioso radar interno para detectar viciosas y adictas al placer.

No me costó mucho dejar de verla, no recuerdo la excusa que le dí. No fue difícil auyentarla de mi lado, aunque intenté hacerlo con sutileza, dejando en lo posible la puerta abierta. Lo cierto es  no me ha conocido en mi mejor época. La chica es una auténtica golfa en la cama, dispuesta a todo, pero con un punto kamikaze para el que no estoy de humor. Lo que lamentaré es que no haber podido ver como follaban juntas Maria y Sandra.

Maria volverá a casa en Mayo. De este periodo separados no hablaremos, será como el recuerdo brumoso de una noche de alcohol. Supongo que nos susurraremos al oído las noches de vicio que cada uno hemos tenido en nuestros momentos de golfeo. Pero no sé como me comportaré ante la posibilidad de nuevas aventuras. Todo va y viene y a mi ahora me viene todo bastante a traspiés.

Como imaginaréis no me he contentado sólo con masturbarme cuando no he tenido cerca a Sandra. Atraído por las noticias del atentado contra el burdel más grande de Europa, cogí mi coche y acudí a la Jonquera junto a mi socio puteril Gerard. No conozco a nadie que renuncie al placer de coger lo que quiera sin reproches, sin culpa, sin miedo a que le señalen. Lo sórdido, la decrepitud, la tragedia y el drama siempre están presentes en los burdeles y hay personas como yo a las que esa mezcla dulzona les atrae. Muchos swingers no estarán de acuerdo con mi lado putero pero os aseguro que la sensación de entrar en cualquier club swinger o en una casa de putas es calcada. Probad y me decís.

Como el post me está quedando un tanto espeso os voy a colgar unos minutos musicales. Me irá bien porque saldrá en las etiquetas de otros blogs que me tienen entre sus favoritos y os distraerá un rato. Este vídeo me lo envió una pareja alemana, creo recordar, a la que no he tenido la suerte de conocer. La verdad es que no lo recordaba y hace poco lo redescubrí. A los pajilleros les gustará. Cuando lo acabéis de ver seguimos.
Lo cierto es que he vuelto a escribir por un ataque de vanidad. Recibí ayer un mail de una lectora y su aire de reconocimiento póstumo al blog me ha hecho volver a las teclas. M.P. (fíjate que majo soy que no doy tu nombre) me alegraste el día. Cada vez que una lectora me dice que se ha calentado con mis aventuras me da un no sé qué... que me lo digan chicos no es que me desagrade, pero lo de las niñas me vuelve loco. Escribo poco, lo sé, pero no sé a vosotros, pero a mi la vida no me da para tener tantas cosas como para compartirlas. Si este blog fuera de deporte, de cine o de política, quizás estaría cada día tecleando... bueno no creo, me paso el día al ordenador en el trabajo, así que acabo algo saturado del clic clic del qwerty.

Repasando asuntos pendientes desde mi último post he revisado el mail que me envío un amigo, Aiglos Glad, hace pocos días... qué son dos meses sino? Espero que no te hayan desahuciado, ni te hayan detenido por corrupción ni que te hayan despedido... no voy a hacer critica social con esto. Yo hace muchos años que no creo en este sistema que reduce la democracia a la centésima de segundo que tardan el índice y el pulgar en separarse y dejar caer tu papeleta en una urna. Tampoco voy a confesar mis instintos con toda la clase política, banquera y en general con media humanidad. Sólo quiero dejaros una pregunta, quien de vosotros no es potencialmente corrupto? no levantéis la mano tan rápido, pensad en la de veces que habéis engañado, cogido algo que no era vuestro o habéis mirado para otro lado, cuando alguien no hacía lo correcto. De los pirineos para abajo no tenemos remedio. No es de ahora, nuestra herencia genética latina-judía-árabe no nos predispone a la honradez. Ni el Homo Antecessor burgalés debió ser de fiar.

Volviendo al mail de mi amigo. Déjala. Os podéis imaginar de que iba el escrito de Aiglos. No doy un consejo, sino la resolución a un silogismo. Os comento, mi socio quiere tener una sexualidad algo más atrevida de la que tiene. Tampoco os penséis que quiere convertirse en un libertino, se conformaría con follar con la luz encendida, con ver a su mujer con un conjunto de ropa sexy, le gustaría sentir la boca de su esposa en la polla... que atrevido verdad? Ella es reacia a todo eso, pero él lo anhela. Jamás nos hemos mentido entre Maria y yo. No sé si el modelo es exportable, pero estoy convencido de que mi amigo acabará buscando alguna  salida a sus pulsiones. Eso le llevará a mentir, y a la larga a no ser feliz. Si le pidieras a tu mujer sodomizarla cada noche y verterle cera ardiendo en los pezones, entendería que de entrada se negara... pero le estás pidiendo lo que cualquier enamorado quiere de su princesa. Tu no eres el malo de esta historia.

Sé que os debo un post con mis vivencias en Tailandia. Os podéis imaginar lo que hice por allí. Me da cierta pereza escribirlo pero ya os adelanto que no hice nada del otro mundo, bueno de aquel mundo sí. A parte de las orientales siempre me había fascinado el mundo del opio del sudeste asiático de principios del siglo XX, Indochina, la magia de los lugares lejanos, la trastienda de bares poco recomendables, el peligro, así que tras indagar un par de semanas dí con el lugar adecuado. Me recosté y sólo recuerdo con claridad como pinchaba el cojín de lino que me pusieron bajo el cuello. Tengo enormes lagunas, o más bién alguno ligero atisbo de luz sobre que pasó la noche de autos. Recuerdo mujeres con pollas flácidas, de piel suave, recuerdo placer y despertar con el pecho embadurnado de algo reseco y blanco. Me autoconvencí de que aquello había salido de mi cuerpo, aunque en momentos de lucidez me doy cuenta de que no tengo ninguna prueba, así que no sé si soy muy hipócrita cuando me defino como hetero. Si alguna vez me hacen una regresión hipnótica prometo contaros toda la verdad y nada más que la verdad.

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