sábado, 17 de mayo de 2008

La sinceridad

La sinceridad está sobrevalorada. Estoy harto de escuchar continuamente en la tele a gente que se describe como "soy mu sincera, si te tengo que decir algo te lo digo a la cara". En la mayoría de los casos frases como esa intentan compensar la hipocresía de quien la pronuncia. En un mundo sincero lleno de sinceros no quedarían humanos. La sinceridad es el arma de destrucción masiva más grande creada por el hombre.

Algunos personajes televisivos como el dr. House o más recientemente Risto Mejide, pueden hacer creer a la audiencia que decir lo que se piensa es el camino a seguir. No nos engañemos, el primero es tan real como Spiderman y el segundo... tengo mis dudas en cuanto a su veracidad, pero de lo que no cabe duda es de su condición de asalariado. Le pagan por hablar como habla y por decir lo que piensa. No nos olvidemos pues que es un privilegiado. Ya cuesta cobrar por hacer lo que te gusta cuanto más que te paguen por lo que piensas. Risto no representa la normalidad, por eso nos encanta.



¿Os imagináis llevar a cabo la afirmación que refería al principio de la entrada a la realidad?

Reunión en la escuela. La directora ha citado a una madre porque su hijo no cumple con los objetivos y es conflictivo. Entre paréntesis y cursiva "la sinceridad"

-Buenos días sra. Domínguez que tal (hola, vamos al grano que tengo que ir al gimnasio)

-Muy bien gracias (que coño te importará... venga rapidito que me espera la Toñi en la cafetería del super)

-En fin, vamos a ver... aquí está, su hijo Marcos nos tiene preocupados, no presta atención en clase, no para de bromear, de hacer chistes y no hay manera de que apruebe un examen. Si no espabila no creo que pase de curso (como que me importa algo como estés... bueno a lo que vamos, tu hijo es un inútil, no sirve para nada, fijo que es un porrero y futuro yonky y me apuesto lo que quieras a que la próxima entrevista a la que te citen no será conmigo, si no con el director de un reformatorio)

-Bueno lo que usted me dice también es culpa de lo maestros no? deberían conseguir que los alumnos se interesaran por las clases no? (Joder si eres la directora y llevas ese escote que pareces un putón como coño va estudiar el niño? anda que va a atender a la pizarra.. en eso es clavado a su padre...)

-Evidentemente todos tenemos nuestra parte de culpa, cuando digo todos también me refiero a ustedes, los padres (venga otra ama de casa frustrada que parió a un niño a los 20 me va a venir a culpar a mí! joder si la genética es mala que quieres que le haga. Sólo hay que verla tiene usted pinta de haber estado mas interesada en su juventud en comer pollas y fumar porros que en cultivarse lo más mínimo)

-Si, no le voy a llevar la contraria, pero en casa trabajamos los dos y la verdad cuando llegamos a casa no estamos para ponernos bordes con el niño y machacarle al pobre (que tengo yo la culpa? si tu estuvieras fregando escaleras desde las siete de la mañana ya te digo yo que no tendrías ni esa pinta de zorrón adolescente ni ganas de que el niño te pregunte que es el teorema de Pitágoras. Si yo hubiera sido una niña mimada también estaría como tu, con las uñas perfectas, el pelo impecable y dándole consejos a una sacrificada madre curranta. Además tu cobras por enseñar "a los críos, y digo enseñar de "hacerles aprender", no de "mostrarse", que no se como no te da vergüenza)

-Pues entre todos debemos poner nuestro granito de arena para que Marcos sean el día de mañana un chico de provecho. Tengo ahora una reunión con el resto de maestros del chico y miraremos de buscar la manera de ayudarle (bueno pues ya está visto que tenemos otro marginal en camino. Ojalá sirva para barrer calles o limpiar las cabinas de un sex-shop, que la purria siempre es necesaria. Viendo como es la madre no voy a perder ni un minuto más en tu niñato. Por cierto, llego tarde al gimnasio)

-En eso estoy con usted, vamos a intentar su padre y yo estar más encima de él (a mi lo que me interesa es que mi marido esté encima mío, que hace meses que ni me toca, y que quieres que te diga, el crío es muy niño aun y tiene tiempo de espabilar. Yo como me descuide ya me veo a mi marido con otra o de putas, si es que no va ya. Y mira que bien que andes tan ocupada que la Toñi debe estar pensándose que me he enganchao al culebrón)

-Pues bien sra. Domínguez, ha sido un placer (Es la última vez que hablo contigo, tu perfume barato me está mareando y tu presencia es repulsiva... ¿joder no tenías tiempo de quitarte el pantalón de chandal? por hablar con chusma así me deberían pagar un sobre sueldo)

-Lo mismo digo, encantada, ya nos veremos (Para esto me has hecho perder horas de trabajo? claro como tu te llevarás un buen sueldazo! si no como te ibas a pagar la silicona de las tetas... haber si el año que viene cambian a Marcos de tutor y le toca un tío que esté bueno, al menos así me distraigo la vista)

Lo dicho, ¿quien es el valiente que va a ser sincero con el jefe cuando le pregunte si esta contento en el trabajo? ¿con la mujer cuando le pregunte "cariño estoy gorda? ¿con la policía cuando le pregunte si ha bebido alcohol? ¿con los amigos cuando nos pregunten si nos cae bien su mujer? ¿con un cliente cuando nos diga que le parece cara una factura? ¿con tu hijo cuando te pregunte por que mamá se fue de casa? ¿con tu pareja cuando te pregunta donde has estado hasta las siete de la mañana? tu mismo, sé sincero.

1 comentario:

  1. Me he entretenido leyéndolo, tienes mucha razón, cuesta mucho ser sincero, aunque el poder de la verdad es el mas grande. La sinceridad es la elección de cada uno, yo opto por ella.
    Por cierto cada vez que entro en el blog ( a diario, por cierto, a ver si ay entradas nuevas) y veo la foto de los pechos de tu mujer, me pongo a tono!! que bonitos los tiene. Un saludo desde una isla del Mediterráneo.

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